#cuentoBD     Vivía tranquila porque sus mayores la habían convencido de que superaría una guerra nuclear y se paseaba por la casa como rey por Suiza. Por eso no vio llegar la

#cuentoBD    «Clavelina que te abres pa mi…», le cantaba con tono de bolero para despertarlo, «suavito, suavito…» decía el estribillo y así cada mañana. Cómo no quererlo, su

#cuentoBD      Se sentaba todos los días a la misma hora en el banco del río. Una enseñanza que le había transmitido su abuelo diciéndole que se fijara bien en lo que

#cuentoBD       Se pavoneó desplegando todos sus encantos y ella no se dio por aludida, era la primera vez que se sentía rechazado pero ahí no quedó la cosa porque recibió otro

#cuentoBD    Pasaba a diario por la cancela de la hacienda y se imaginaba grandes fiestas con trajes de gala y berlinas de lujo. Los de dentro no tenían tiempo para

#cuentoBD    Le ofreció su casa a un amigo para unos días que agradecido le regaló una enredadera para la puerta de entrada. Dos años mas tarde la planta tapaba el exterior y su

#cuentoBD  Cuando fue a recoger los huevos le vino la duda de qué fue primero el huevo frito o en tortilla. Dejó de preguntárselo cuando la gallina cacareó indignada señalándole

#cuentoBD     «El tiempo es oro», les tatuaron en la cabeza desde pequeños y de mayores fueron los encargados de transmitirla. Gracias a esa cadena se creó un mundo de robots. Los

#cuentoBD      El joven roble miró su horizonte y no lo vio tan mal como sus mayores se lo pintaban, por eso fue que consiguió darle la vuelta a las predicciones. «Inconsciencia

#cuentoBD    Una leyenda urbana contaba que bajo el tejadillo de aquel muro había sucedido la mejor historia de amor jamás vivida. Colas de amantes iban allí a intentar