#cuentoBD    Compró la silla del despacho por Internet y no quedó contento del todo. Los clavos del asiento están derechos y bien afilados, por ese lado perfecto, pero le falta el respaldo y es que no hay nada como sentir los pinchazos en la espalda mientras haces el balance de final de año, escribió el faquir en su reclamación.