#cuentoBD   Le costó pero consiguió que entendiera el funcionamiento de los electrodomésticos, de dónde se escondían los productos de linpieza y las sartenes. Pero tener que enseñarle cómo darle placer cada vez que se acostaban la ponía de los nervios. Para su cumpleaños se lo bordó en una bolsa y ni así, ¡Angerona, dame paciencia!, le gritó al oído.