#cuentoBD               Era muy mayor cuando salió del armario, ¡Ya era hora!, le dijeron y lo aplaudieron. Por lo visto él era el único que no se había enterado de su

#cuentoBD                 Toda una vida laboral dejando una moneda para los pobres. A sus sesenta años se quedó sin recursos económicos y fue a la hucha para recoger su inversión

#cuentoBD                  Le pasó como al del cuento, que soñó con un tesoro escondido y lo buscó por cielo y tierra y nunca lo encontró. Sus descendientes tampoco lo

#cuentoBD          Le entusiasmaba tanto la geometría creada por el hombre en la naturaleza que se tiraba horas mirando sus formas, ángulos y vértices. Se olvidaba de todo lo

#cuentoBD           Se consideraba un protector de la naturaleza y por eso enrejó a las plantas para evitar que se acercaran y las maltrataran. Todas murieron de tristeza al no

#cuentoBD                Era adicto a los juegos de azar con la excusa de «tapar agujeros» si le tocaba. Un día los contó, los agujeros, y llegó a la conclusión de que nunca

#cuentoBD           Piedras y charcos en su camino le indicaron que su destino era saltar y saltar, de casa en casa, de pueblo en pueblo, de vida en vida…, algo que lo mantenía en

#cuentoBD     Antes de marcharse dejaba preparado su equipo de combate para no perder ni un minuto en su batalla diaria con la limpieza municipal. Terminaba antes que los demás

#cuentoBD      El confesor le dijo que tendría que lavar los trapos sucios que había acumulado a lo largo de su vida. Llegó a casa y lavó la montaña de ellos que tenía acumulado.

#cuentoBD                Le llamó la torre del sacrificio por lo que le costaba subir a ella con su pronunciada cojera y subía a diario para meditar del por qué había subido. Se