#cuentoBD      Plantó en el balcón una planta silvestre que al sentirse apresada se volvió salvaje, devoró la ropa del tendedero, destruyó la jardinera y comenzó a bajar por la

#cuentoBD      El fresco del techo de la antesala al despacho del cónsul estaba lleno de ángeles y uno de ellos le guiñó un ojo, como dándole ánimos. Al salir, contento porque por

#cuentoBD    A diario cruzaba el puente de madera para llevarle noticias y algún encargo del pueblo. El día que ocurrió al revés fue para abrazar una despedida. Ya nadie lo cruza,

#cuentoBD        Cada vez que llovía el río recuperaba su cauce, los vecinos se quejaban a los promotores, estos a las administraciones, ellas a las altas esferas y estas a Dios,

#cuentoBD      Cuando llegó a lo alto, respiró satisfecho y vio lo que acababa de superar. Lo hizo solo y sin miradas que lo corroboraran porque era lo que buscaba como reto

#cuentoBD    Subió a la muralla y a través de las almenas vio su pueblo, luego hizo zoom y vio el mar de olivos, abrió mas su foco ocular y atravesó montañas, valles y ríos hasta

#cuentoBD      Quedaron para su primera cita en un restaurante que no conocían, tampoco se reconocieron ellos porque eran muy diferentes a la foto colgada en la aplicación, pero

#cuentoBD     Lo llamaban Pepito «El máquina» porque estaba para todos y por todo, era cuidador, solidario, escuchante y simpático. Creó una asociación, donde no había que

#cuentoBD    Llevaba un lunes tan nublado que se fue a comer antes de tiempo, delante de él entraron unos enormes supositorios donde iba a hacerlo. Estaba absorto en el asador

#cuentoBD      El telar oxidado por falta de uso fue arrinconado en un museo. El tejedor, tan oxidado como su antigua compañera, fue abandonado en la mecedora de una residencia.