#cuentoBD   La semana no se le presentaba fácil y le daba miedo tener que introducirse en la selva económica-social-laboral que le esperaba, iba a darse la vuelta cuando, de

#cuentoBD     Se conocieron en un tiovivo, ella montada en un elefante como reina de África y él de maquinista del tren, la segunda vez que lo hicieron fue en el mismo lugar pero

#cuentoBD   Coleccionaba «paras», para agua, para sol, para rayos, para líticos, para sicólogos, para bólicas, para metros, para pentes, para lelos y sobre todo los para qué,

#cuentoBD      Cuando pensaba que tenía claro el camino a seguir le vallaron la salida con alambre de espino, cayó al suelo desesperado y con lágrimas en los ojos. Allí estaba

#cuentoBD    Desde el inframundo se escucharon risas cuando se enteraron que celebraban lo del cuerpo de Cristo, «Como se nota que hace siglos que no lo ven porque el tipito de

#cuentoBD      Siempre había peleado con quien decía que la sociedad estaba dividida en niveles, hasta que perdió la libertad y lo descubrió entre rejas. Desde su celda contempló

#cuentoBD     Vivía tranquila porque sus mayores la habían convencido de que superaría una guerra nuclear y se paseaba por la casa como rey por Suiza. Por eso no vio llegar la

#cuentoBD    «Clavelina que te abres pa mi…», le cantaba con tono de bolero para despertarlo, «suavito, suavito…» decía el estribillo y así cada mañana. Cómo no quererlo, su

#cuentoBD      Se sentaba todos los días a la misma hora en el banco del río. Una enseñanza que le había transmitido su abuelo diciéndole que se fijara bien en lo que

#cuentoBD       Se pavoneó desplegando todos sus encantos y ella no se dio por aludida, era la primera vez que se sentía rechazado pero ahí no quedó la cosa porque recibió otro