EL QUIOSCO DE FLORES
#cuentoBD Muy joven era cuando vio a María junto al quiosco de flores y quedó tan prendada de ella que le pidió poder caminar junto a ella. Ella le permitió hacerlo con la condición de que cuando perdieran el brillo en los ojos al mirarse cogería cada una su rumbo. Ya tienen el pelo blanco pero cada vez que pasan por el quiosco se miran a los ojos y con una sonrisa en la cara siguen caminando juntas.
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