#cuentoBD           Decidió ponerle color a cómo le había ido aquel año. Azul para lo que no sirvió de nada, verde a lo que se repetirá sin poderlo remediar, rojo a lo que le da

#cuentoBD     Decidió dedicar el fin de semana a hacer bricolaje en casa. Compró tornillos, tuercas, herramientas, poleas… Cuando llegó a casa se acordó que todo eso ya lo tenía

#cuentoBD      Cuando el primer simio levantó la cabeza vio como se iba cayendo a pedazos todo lo que había soñado, «Si lo llego a saber no evoluciono», se dijo y se tumbó,

#cuentoBD      «El mar está embravecido, quién lo desembravedicirá, el buen desembrabevisidor que lo desembravedice, buen acogedor será», este era el rezo de los supervivientes

#cuentoBD      Al pasar por debajo de la cúpula le llovieron estrellas y al salir a la calle se le desprendieron dándole las gracias por haberles servido de transporte a la

#cuentoBD   Tuvo sus días de gloria, adulaciones, parabienes y piropos, a la par que de envidias, celos y recelos, se sentía especial y deseada. Pero una vez que la vaciaron por

#cuentoBD     Antes de la cena de Navidad decidió regalar su música, jazz para sus padres, blues a su hermana, reguetón para el cuñado e indie para su amante. Se las interpretó

#cuentoBD     Le decían el «Papafrita» porque era bruto, estúpido, con el cerebro frito y de sabor tradicional, nada de moderneces. Creó un partido político a su imagen y

#cuentoBD    Pensado en lo que iba a tirar a la basura si le tocaba el premio gordo, cogió una bolsa de jardín, como se le quedó pequeña, acercó el contenedor del barrio y viendo

#cuentoBD      Decidió acabar con los socavones del barrio que ya habían provocado tres desapariciones y varios heridos. Estaba a punto de tapar el último cuando este se lo tragó