CARACOLAS Al calor de la lumbre se lamentaban de ser sólo un adorno y de haber dejado de escuchar el sonido de las olas en su interior. Hay 1 comentario Add yours Cancelar la respuestaComentario NombreE-mailURL Recibir un correo electrónico con los siguientes comentarios a esta entrada. Recibir un correo electrónico con cada nueva entrada. Δ
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